22.3.12
Porque, todo el tiempo que pasé junto a ti, dejó tejido su hilo dentro de mí. Y aprendí a quitarle al tiempo los segundos, tú mi hiciste ver el cielo aún más profundo, junto a ti creo que aumenté más de 3 kilos con tus tantos dulces besos repartidos, desarrollaste mi sentido del olfato y fué por ti que aprendí a querer los gatos; despegaste del cemento mis zapatos para escapar los dos volando un rato. Y descubrí lo que significa una rosa, me enseñaste decir mentiras piadosas para poder a verte a horas no adecuadas, y a reemplazar palabras por miradas. Y fué por ti que escribí más de 100 canciones, y hasta perdoné tus equivocaciones. Y conocí más de mil formas de besar, y fué por ti que descubrí lo que es amar...
16.3.12
Éste es, para mí, el más bello y el más triste paisaje del mundo. Es el mismo paisaje de la página anterior, pero lo dibujé una vez más para mostrárselos bien. Es aquí donde el principito apareció en la tierra, y luego desapareció. Miren con atención este paisaje para estar seguros de reconocerlo, si viajan algún día por el desierto de África. Y si llegan a pasar por allí, les suplico que no se apuren; esperen un momento, justo bajo la estrella. Si entonces se les aproxima un niño, si ríe, si tiene cabellos dorados, si no responde cuando se lo interroga, podrán adivinar de quién se trata. Entonces, sean amables, No me dejen tan triste: escríbanme enseguida, diganme que el principito que ha vuelto...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)