13.5.11

Mi proximo blanco es tu corazón.

Comienzo por los ojos.
Disparo una mirada.
Me grabo en tu retina y empiezan a ceder.
Tus pupilas distraídas, empapadas de mi imagen.
Te robo esa lágrima y no quiere caer.
Me cuelo en tus oídos y siembro un poema.

La dosis de dulzura y un tono sutil.
Mi voz ondulante, se instala en tu cabeza.
Te digo solamente lo que quieres oír.

Seré la tónica en tus acordes.

La poetisa de tus versos
Seré la musa que te inspire
La emperatriz de tu universo
Aprenderás de mis silencios y
entenderás si desvarío.
Y, adormecido en mi regazo,
respirarás lo que yo expiro.

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