A ciegas cruzando entre el miedo y la pena. Sola de fe, golpeas la pared,
arañas el mantel, temblando como un barco de papel. Te veo, entiendo que estás
bajo cero. Cerca de ti, me quedo sin hablar, te escucho sin juzgar y trato de
ayudarte a respirar. Yo sé cuanto cansa sufrir, descansa en mi amor. Respira,
aguanta un segundo y respira. Cierra los ojos y mira, mientras te duela,
respira conmigo el dolor. Mañana, si el juego te sirve otra carta; una mejor,
sé que voy a estar ahí para apostar por ti y celebrar que quieres ser feliz. Se
puede aprender a sufrir, por eso, mi amor respira, aguanta un segundo y
respira, cierra los ojos y mira. Muerde la rabia y respira. La vida, a veces no
es justa la vida. Hoy sólo hay velas caídas, mientras te duela, respira conmigo
el dolor. Llora hasta las lágrimas, suelta hasta la última, baja hasta el fin
que de allí no pasarás. No me moveré de aquí, yo no dejaré que te ahogues
en el mar si aún puedes respirar…
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